24 novembro 2013

Dois poemas turfísticos


Uma pena que só tenhamos este tipo de poesia, que fala das carreiras e que exalta os seus ídolos, na língua espanhola, mais especificamente para as bandas argentinas. Por estas praias seria impensável ouvir e ler qualquer coisa parecida.
O primeiro poema é sensacional, com um apostador sofrendo com sua barbada, sem saber se havia ganho. Já o segundo homenageia  Irineo Leguisamo, el "polvo". Em cima das poesias dá para escutar os versos recitados pelo próprio autor, Héctor Gagliardi. Divirtam-se.






CARRERAS SON CARRERAS

Letra de Héctor Gagliardi
Intérprete: Héctor Gagliardi


Me sacaron de la cama,
un domingo medio enfermo,
me llevaron a Palermo,
sin dejarme respirar,
me dijeron que no hablara,
ni siquiera para adentro,
porque había una "lauchita",
que era largar y cobrar...

Me dejaron contra un árbol,
me dijeron !esperate!,
y se fueron con un ñato,
que era amigo del patrón,
y yo firme contra el árbol,
y la fiebre contra el mate,
pero el dato lo valía,
daba un kilo al ganador...

Así estuve tres carreras,
esperando que volvieran,
me tomaron por "datero",
por pesquisa y cuidador,
me pidieron los borrados,
el sport, la lapicera,
y yo firme contra el arbol,
con valor y abnegación...

Abombado por la fiebre,
por el frío y el cansancio,
me dió ganas de hacer algo,
y me puse a caminar,
no había hecho cuatro pasos,
que me gritan: !Ché Venancio!,
no te muevas, que los puntos,
no hacen más que relojear...

Y al oido me dijeron,
con el siete desnudate,
!con la gripe que yo tengo,
que se desnude José!
!quien te habla de la ropa!
jugá al siete, !apurate!
que ya estamos sobre el cierre,
y la "laucha" viene a cien...

Me jugué toda mi plata,
y me fuí a la tribuna,
y busqué en una revista,
saber algo de mi crack,
lo corria xx...
con chanc, man, clis, gor luna,
para mí que ese caballo,
debía ser de Burichang...

Me enteré cuando largaron,
porque todos se apoyaban,
me llenaron de preguntas,
de cenizas y café,
el de arriba me aturdía,
el de al lado me codeaba,
y el de abajo me gritaba,
el de artigas como viene, viene bien... ?

Pero el lío vino grande,
al final cuando llegaron,
a mi, que estaba en ayunas,
me tomaron por veedor,
pero amigo, se dió cuenta,
cuando al hombre lo encerraron,
si fue al "tano" que pecharon,
que lo diga este señor...

Para mi ganó el de afuera,
dijo un gordo chiquitito,
y un flaco que estaba al lado,
en la cara le gritó:
pero aprenda a ver carreras,
catedratico de ojito,
o no vió que el de los palos,
ni siquiera castigó...

Al final ganó cualquiera,
el que menos lo nombraban,
y empezaron los lamentos,
a escucharse alrededdor,
y yo abajo, tiritando,
por la fiebre preguntaba,
!señor! si no les molesto,
quién ha sido el ganador... ?

Sin mirarme el aludido,
contestó con ironía,
el que iba pa' los giles,
como dijo este chauchón,
!anda a pegarte un tiro,
quién te dijo que no iba!,
le contesto el acusado,
colorado de indignación...

Yo enfilé para otro lado,
para ver si me informaban,
y lo emboque a un Galaico,
que era mozo de café,
que rompiendo los boletos,
por lo bajo murmuraba,
iba a ganar el "podrido",
justo hoy que lo deje...

Yo rogaba por adentro,
que el "podrido" fuese el mío,
o el que iba pa' los giles,
la cuestion era cobrar,
Y al bajar de la tribuna,
divisé a mis amigos,
que de lejos parecían,
regresar de un funeral...

Menos mal que a la vuelta,
me dejaron satrisfecho,
el caballo,
el caballo había perdido,
pero con toda razón,
si lo largaron trabado,
se encajonó en el derecho,
después cambio de mano,
querés más explicacion... ?

Que si no, que !pobre de ellos!
los dejaba en el camino,
con la "papa" que llevaba,
era fija nacional,
pero el frío de esa tarde,
cuando a pata nos vinimos,
lo acerté con pulmonía,
y... y tres meses de hospital...









A Irineo Leguisamo

Poema lunfardo

Letra: Héctor Gagliardi

Serio, tranquilo y callado
seguro de su valer,
cuando le toca perder
lo mismo que si ha ganado,
tiene ese gesto grabado
que el que lo quieran imitan
debe volver a calcar
¡a Irineo Leguisamo!...

¡Que silbe la popular!...
Ya lo tiene acostumbrado:
si de sobra ha calculado
de que lo van a jugar...
¡Y al desfilar, sin mirar,
afirmado en los estribos
parece que los silbidos
lo vienen a acariciar!...

Por culpa de él, ¡ha perdido!...
Si usted, lo iba a jugar...
Justo, lo va a dejar...
Cuando siempre lo ha seguido...
Leguisamo, ¡el enemigo!...
Leguisamo, ¡el candidato!...
¡Terror de fijas y datos
que nos dicen al oído!...

Su figura es atracción
en las tardes de carreras;
carretista no es cualquiera,
hay que tener corazón...
¿Puede haber mas emoción
que se compare en grandeza
cuando él por la cabeza
te salve de un metejón?...

Ya estamos acostumbrados
a verle como, impasible,
pone un número imposible
en dos saltos calculados...
Y ante el aplauso cerrado
que saluda su regreso,
viene mirando a lo lejos
como ausente o preocupado...

¿Qué pena tiene el maestro
que no le arranca la Gloria?...
Porque su vida, su historia
y su dolor... ¡es el nuestro!...
Cuando un hombre como estos
llega a la altura de él
es nuestro, como Gardel:
¡lo digo, porque lo siento!...

Te queremos Leguisamo
lo ves esta noche aquí
y al regreso del Brasil...
¿no fue el pueblo soberano
que se rompía las manos
aplaudiendo tu maestría?
¡Es tuya la tierra mía
y nosotros tus hermanos!...

Por eso me juego el resto
si tu estatua han levantado
con aplausos, nuestras manos,
con asombro, nuestros gestos,
soy poeta y traje en versos
lo que te quise cantar...
¡Que Dios bendiga tu hogar
Maestro de los Maestros!...

2 comentários:

  1. Beth Cavalcante Salles24 de novembro de 2013 às 20:15

    Excelente, Aron !

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  2. Caro Aron, por uma destas coincidências, estavamos falando de Yatasto e Leguisamo, quando você posta o poema de Gagliardi com um video de 51 onde Yatasto ganha o Nacional de ponta a ponta e a galope, sensacional

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